sigue buscando...

No vale la pena pisar la sombra de una mentira, cuando quedan suculentas verdades por explorar.

No vale la pena diseñar con amargura una venganza, cuando a tu lado puedes comer con dulzura una piruleta a medias.

No vale la pena dividir por tres, cuando encuentras en una sonrisa un múltiplo de cuatro.

No vale la pena ahogarse en una lágrima, cuando quedan tantos tintineos en las pupilas por abrazar.

No vale la pena seguir una línea continua, cuando hay tantas discontinuidades para saltar.

No vale la pena reflejarse en un espejo, cuando hay tantos cristales rotos por reciclar.

No vale la pena alquilarse a medias una estrella, cuando quedan tantas ansiosas por deslumbrar.

No vale la pena preocuparse por un futuro, cuando hay un presente que siembra flores rojas en las grietas grises de un pasado.

No vale la pena desear lo que tienen los demás, cuando vives, sientes, te estremeces, compartes, sonríes, lloras, acaricias, imaginas, sueñas, descubres, encuentras, das de comer y te comen a besos.

No vale la pena contar las horas y los días que quedan, cuando te arrimas a un paréntesis sin cerrar.